El Ilustre Padre Lauro López Beltrán

Nació en Malinaltenango, Estado de México, el 18 de agosto de 1904 y murió el primero de abril del 2001.

Estudió en el Seminario de Cuernavaca, Morelos y con motivo de la persecución religiosa en México continuó sus estudios en el Real y pontificio Seminario de San Cirilio de Granada, España.
Fue Ordenado Sacerdote el 19 de diciembre de 1936 y nombrado Vicario Cooperador de Cuautla, Morelos, donde inició su apostolado Guadalupano y Juandieguista, fue devotísimo de Cristo Rey y organizó múltiples congresos, y dictó innumerables conferencias, así como escribió gran número de revistas, libros y folletos de todo tipo.

Enamorado del Puerto de Acapulco, participó en todo tipo de eventos que marcaron su historia, entre ellos el traslado desde la Ciudad de México de la reina de los Mares y su colocación en el fondo marino, del cual fue testigo de primer orden. Muchas veces acudió invitado por sacerdotes y fieles del puerto a dictar conferencias de todo tipo, a celebrar la Santa Misa y a convivir con sus ilustres amigos entre los que se cuentan Monseñor Silvino Moreno Rendón, Capellán de San Felipe de Jesús en el Infonavit Alta Progreso. Gracias a sus informaciones históricas, aprendimos a redescubrir a un santo, nuestro Bartolomé Días-Laurel, que él nos ayudó a revalorar.

Escritor, periodista y predicador insigne. Fue uno de los decididos promotores de la Causa de Canonización del Digno Juan Diego Cuauhtlatoatzin. Fundando una revista: "Juan Diego", con la que dio a conocer todos los resultados de las investigaciones históricas y sus consecuencias. CRUZADO MUNDIAL GUADALUPANO, fue llamado y reconocido como tal, por su gran número de obras y sus muchos libros que en su larga vida escribió.

Desde el cielo deberá estar muy contento, por dos razones: la Canonización del Siervo de Dios, Juan Diego Cuauhtlatoatzin por una parte, y la dignificación de la Reina de los Mares en el Puerto de Acapulco, de la cual fue decidido promotor.