¡EN ACAPULCO, TODOS SOMOS JUAN DIEGO! ¡PORQUE SANTA MARIA DE GUADALUPE, ES REINA DE LOS MARES!
¡A ACAPULCO LA VIRGEN LE DIJO, ESTE MAR ELIJO PARA SER MI ALTAR!

domingo, 29 de junio de 2008

De México a Cuernavaca

PBRO. LAURO LÓPEZ BELTRÁN

A las diez horas salió en hombros de sus devotos deportistas la metálica Imagen y fue colocada en su camión de plataforma para iniciar la primera parte de su recorrido, que fue hasta la capital del estado de Morelos. El camión fue guiado por Oscar Fano Bush y seguido por los coches de la señora Amelia Sodi Pallares, el arquitecto Enrique Conti y su esposa; y el escultor Quezada, también acompañado de su cónyuge. Al llegar al pueblecillo de Tres Marías, varios grupos de católicos empuñando estandartes y banderas y un grupo de Madres Concepcionistas que salieron al paso, motivaron que se hiciera el primer alto.


"Nunca como hoy -escribe Adrián Fernández de Mendoza, redactor de Novedades- brilló a tan exquisita altura el fervor religioso del pueblo morelense y jamás Imagen alguna, de visita en estas latitudes, fue objeto de tan cálidas y conmovedoras demostraciones de amor y de veneración, como Nuestra Señora de Guadalupe, Emperatriz de América y Reina de los Mares". Una de las mencionadas religiosas subió al camión para besar la sagrada imagen y rezarle siete veces la salutación angelical pidiendo a los habitantes de Tres Marías que avivaran más y más la antorcha de su fe y la llama de su devoción guadalupana. El que esto escribe, invitado por la señora Sodi Pallares, arengó a los presentes desde lo alto del mismo camión, explicando la singularidad y la belleza de la Escultura Guadalupana y el significado histórico de la proclamación de la Virgen de las Rosas como Reina de los Mares.


Un nuevo paro tuvo que hacerse al llegar la Santa Imagen frente a la Iglesia Parroquial de San José, donde se alza el Monumento Guadalupano más antiguo de México y único en su género en la cía pública. Se trata de una escultura tallada en cantera y pintada con los colores que se miran en el Sagrado Original y que se halla cobijada bajo un templete cuatricentenario. Allí los fieles reunidos como por encanto lanzaron vivas a la Reina de los Mares y entonaron cánticos de alabanza. Se terminó el acto con la declamación de un poema guadalupano que pronunció la señorita profesora María de Jesús Ocampo, quien goza llamándose "la india del Chapitel", palabra esta última con la que que se designa el monumento supradicho.


Un grupo de católicos sostenían una gigantesca Bandera Nacional izada en una caña de bambú como de diez metros de altura. Este lienzo tricolor dio realce a la imagen, sirviéndole como de dosel. Desde su entrada a Cuernavaca fue tanta la gente que salió a su paso que tuvo que ir el camión a vuelta de rueda y retrasar la hora en que debería estar en la Catedral. Esperábase a las 13:00 horas y arribó a las 13:25.

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