CELEBRACION
LITURGICA
EN
LA PRIMERA VISITA DEL NUEVO ARZOBISPO DE ACAPULCO MONSEÑOR LEOPOLDO GONZALEZ
GONZALEZ A LA IMAGEN DE SANTA MARIA DE GUADALUPE REINA DE LOS MARES EN EL FONDO
MARINO DEL ISLOTE DE LA YERBA BUENA, EN LA ISLA DE LA ROQUETA.
FIESTA
DE LA NATIVIDAD DE LA SANTISIMA VIRGEN
YATE
DINKA VIERNES 8 DE SEPTIEMBRE DE 2017
SANTA
MARIA DE GUADALUPE REINA DE LOS MARES
CELEBRACION
LITURGICA
ANTÍFONA DE ENTRADA.
Una gran señal apareció en el cielo: una mujer, vestida del
sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.
ORACIÓN.
PADRE DE
MISERICORDIA, QUE HAS PUESTO A ESTE
PUEBLO
TUYO BAJO LA ESPECIAL PROTECCIÓN DE LA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARIA DE GUADALUPE,
REINA DE LOS MARES, CONCEDENOS POR SU INTERCESIÓN, Y A EJEMPLO DE SAN JUAN
DIEGO, PROFUNDIZAR EN NUESTRA FE Y BUSCAR EL PROGRESO DE NUESTRA PATRIA POR
CAMINOS DE JUSTICIA Y DE PAZ.
POR
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO TU HIJO, QUE CONTIGO VIVE Y REINA EN LA UNIDAD DEL
ESPÍRITU SANTO Y ES DIOS, POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS. AMEN.
PRIMERA LECTURA
Sube y mira para el mar.
Lectura del Primer libro de los Reyes 18, 42b-44a
Elías subía a la cumbre del monte Carmelo, donde se postró
con el rostro entre las rodillas. Dijo a su muchacho: “Sube y mira para el
mar”. Este fue a mirar, y dijo: “No veo nada”. Elías ordenó: “Vuelve hasta
siete veces”. A la séptima vez, el muchacho dijo: “Veo una nube pequeña, como
la palma de la mano, que sube del mar”.
Palabra de Dios. Te
alabamos Señor.
CANTICO Dn
3, 57-58. 56
Creaturas
todas del Señor, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles
del Señor, bendecid al Señor; cielos, bendecid al Señor.
Aguas
del espacio, bendecid al Señor; ejércitos del Señor, bendecid al Señor
Sol
y luna, bendecid al Señor; astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia
y rocío, bendecid al Señor; vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego
y calor, bendecid al Señor; fríos y heladas bendecid al Señor; témpanos y
hielos, bendecid al Señor.
Escarchas
y nieves, bendecid al Señor; noche y día bendecid al Señor.
Luz
y tinieblas, bendecid al Señor; rayos y nubes bendecid al Señor.
Bendiga
la tierra al Señor, ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes
y cumbres, bendecid al Señor; cuanto germina en la tierra bendiga al Señor.
Manantiales,
bendecid al Señor; mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos
y peces, bendecid al Señor; aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras
y ganados bendecid al Señor; ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos
de los hombres, bendecid al Señor; bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes
del Señor, bendecid al Señor; siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas
y espíritus justos, bendecid al Señor; santos y humildes de corazón, bendecid
al Señor.
Bendigamos
al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito
el Señor en la bóveda del cielo, alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
Aleluya,
aleluya.
Mi
alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios mi salvador.
Aleluya,
aleluya.
EVANGELIO
Confiado en tu palabra, echaré las redes.
+
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 5,
1-11
En aquél tiempo, Jesús estaba a orillas del lago de
Genesaret y la gente se agolpaba en torno suyo para oír la palabra de Dios.
Jesús vio dos barcas que estaban junto a la orilla. Los pescadores habían
desembarcado y estaban lavando las redes. Subió Jesús a una de las barcas, la
de Simón, le pidió que la alejara un poco de tierra, y sentado en la barca,
enseñaba a la multitud.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: “Lleva la barca mar
adentro y echen sus redes para pescar”. Simón replicó: “Maestro, hemos
trabajado toda la noche y no hemos pescado nada; pero, confiado en tu palabra
echaré las redes”. Así lo hizo y cogieron tal cantidad de pescados, que las
redes se rompían. Entonces hicieron señas a sus compañeros, que estaban en la
otra barca, para que vinieran a ayudarlos. Vinieron ellos y llenaron tanto las
dos barcas, que casi se hundían.
Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús y le
dijo: “¡Apártate de mí, Señor, porque soy un pecador!”. Porque tanto él como
sus compañeros estaban llenos de asombro, al ver la pesca que habían
conseguido. Lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran
compañeros de Simón.
Entonces Jesús le dijo a Simón: “No temas; desde ahora serás
pescador de hombres”. Luego llevaron las barcas a tierra, y dejándolo todo lo
siguieron.
Palabra del Señor. Palabra
del Señor.
HOMILÍA.
ORACIÓN UNIVERSAL
Pongamos, hermanos, nuestros ojos en Jesús que, para salvar
al mundo, eligió a la Santísima Virgen María, y nos la entregó como nuestra
Madre, y oremos por nuestra Ciudad y Puerto de Acapulco y por toda nuestra
Arquidiócesis, que la venera como Reina de los Mares.
Decimos todos: Te rogamos Señor.
Para que el Señor, que quiso que la santidad de la Iglesia
se prefigurara y culminara en la perfección de María, conceda a todos los
creyentes y a sus pastores ser vivo reflejo de aquella santidad que resplandece
en la Santa Madre de Dios, roguemos al Señor.
Por nuestra Arquidiócesis de Acapulco, para que bajo la
protección de Santa María de Guadalupe, Reina de los Mares, podamos hacer caso
del mandato del Señor: Remar mar adentro y echar las redes, roguemos al Señor.
Por las autoridades civiles, para que promuevan el rescate
de todas las áreas de nuestra Ciudad y Puerto, y juntos podamos construir
Acapulco como Casa de todos, roguemos al Señor.
Por todos los hombres de mar, buzos, lancheros, pescadores,
los prestadores de servicios turísticos, y todos aquellos que han custodiado a
la Reina de los Mares, durante todos estos años, para que continúen al servicio
de Dios y de los hermanos, roguemos al Señor.
Por todos los turistas que visitan nuestro Puerto, para que
puedan encontrar un servicio cada vez mejor, y regenerando sus fuerzas, vuelvan
siempre con alegría a vacacionar entre nosotros, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que has querido que Santa María de Guadalupe,
Reina de los Mares, fuera ayuda y protección del pueblo de Acapulco, escucha
nuestras plegarias y haz que, confiando en su ayuda poderosa, obtengamos los
bienes que te hemos pedido. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
PADRE NUESTRO.
SALUDO DE LA PAZ.
RITO DE CONCLUSION.
HOMENAJE
A LA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARIA DE GUADALUPE, REINA DE LOS MARES.
Virgen Santa María de Guadalupe, dulce Señora y Madre
nuestra, nos volvemos a ti para agradecerte de todo corazón que hayas querido
permanecer en medio de nosotros, y que hayas permitido que te proclamemos como
Reina de los Mares.
Madre, te pedimos fervientemente, que tu presencia en medio
de nosotros sirva para impulsar la Nueva Evangelización, en nuestra
Arquidiócesis, quiere hacer eco a las palabras de Cristo que el Papa Juan Pablo
II, nos propone como objetivo al inicio de este Tercer Milenio Cristiano: Remen
mar adentro y echen las redes para pescar.
Que reine la paz verdadera en estas tierras guerrerenses y
en esta noble nación mexicana, se establezca la justicia que nace del amor,
haya prosperidad y bienestar y se respeten todos los valores con los que Dios
ha enriquecido al ser humano.
Reina de los Mares, sigue derramando tus cuidados maternales
sobre todos los que te invoquen en sus necesidades materiales y espirituales.
Que sepamos confiar siempre en ti, que eres la Madre del verdadero Dios, por
quien se vive.
Antes de despedirnos, te dirigimos todos, desde lo más
profundo de nuestro corazón, un homenaje de fe y gratitud. ¡Bendita seas,
Señora, la humilde esclava del Señor, nuestra Madre de Guadalupe, y Reina de
los Mares!
ROMANCE DE NUESTRA
SEÑORA DE GUADALUPE.
Manuel
Ponce 1943
Gaviota
Guadalupana
submarina
y marinera,
los
ángeles te bajaron
de
tu almanaque de piedra.
Y
descendiste hasta el fondo
a
tocar las entretelas
del
mar que, todo amargura,
es
un corazón que tiembla.
Tus
camarines de vidrio
cantan
una pastorela
de
rebaños escamosos
y
de fósiles estrellas.
Aguamarina
tus ojos,
piélagos
son de clemencia;
suben
al cielo tus lágrimas
como
burbujas pequeñas.
A
tus fuentes bautismales
que
lavan toda impureza,
mis
neófitas miradas
en
escafandra se acercan.
Bajel
que bajo las ondas
la
misma luna navegas,
y
a banderas desplegadas
el
mismo querube ondeas.
Guadalupe
submarina,
¡oh
rosa de madreperla¡
Y
en los inviernos del agua,
nuevo
milagro entre peñas.
BENDICIÓN
FINAL.
VIRGEN
DE GUADALUPE
Armando Carmona Quezada 2006
Virgen de Guadalupe
Reina de los Mares
hoy tus altares
son las olas del mar.
Las aguas cristalinas
acarician tu frente
y la vida marina
embellece tu altar
Una cauda de luceros
entretejen tu pelo
con pedazos de cielo
de luna y de mar.
Los amaneceres
se tiñen de colores
y hacen un manto de flores
de tu figura en el mar.
Acapulco… Acapulco
en tus aguas ocurrió el
milagro
por eso tienes un santuario
en el fondo del mar.
Virgencita de Guadalupe
Reina de los mexicanos
da tus bendiciones
a tus hijos en el mar.
“ ¡En Acapulco!
¡Todos somos Juan Diego!
¡Porque Santa María de
Guadalupe!
¡Es Reina de los Mares!
QUIERO
CANTARTE
Federico Carranza. Ministerio
Jesed. 2006
Quiero cantarte mi Virgencita
Morena
porque tu bella imagen llena
el mar de bendición
tu presencia protectora en el
mar de mi Acapulco
es un manto de tierno amor al
amparo de tu corazón.
Quiero dedicarte Madre la
mejor de mis canciones
quiero que todo mi pueblo te
celebre con amor
quiero que toda la gente que
visita mi Acapulco
vaya a visitarte Madre y
ponerte en su corazón.
Cuando yo era niño, en la
playa de Caleta,
íbamos en lancha de fondo de
cristal
para visitarte de camino a La
Roqueta
en la Yerba Buena te podíamos
mirar
Y todos los pescadores en sus
barcas tan humildes
cuando van a mar abierto piden
de tu protección
que bendigas sus familias y
que no los desampares
eres Madre de Acapulco y tú
los has de cuidar.
Los has de cuidar.
Virgen hermosa, oh Virgen
bendita,
llevas en tu seno a Jesús el
Salvador
que orgullo es tenerte, oh
Niña preciosa
Reina de Acapulco y Reina del
Mar.
Tu revelas en tu manto a Jesús
que es la Vida
es también lleno de estrellas
nos irradia con su luz
embellece el firmamento tú mi
Niña preciosa
para que te contemplemos y
amemos más a Dios.
Amemos a Dios.
Quiero cantarte María porque
te amo,
quiero ofrecerte el corazón
como una flor
quiero cantarte Señora y Niña
Mía,
Tú eres la Reina de Acapulco.
“A Acapulco la Virgen le dijo,
a Acapulco la Virgen le dijo:
Este mar elijo, este mar
elijo, este mar elijo para ser mi altar.”
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